Los complejos de quelatos (o quelatos) se refieren a compuestos en los que un ligando de polidentado (que tiene más de un par de electrones libres) se une a por lo menos dos puntos de unión del átomo central. El ligando se llama quelante en este caso. El átomo central suele ser un ion metálico con doble carga positiva (por ejemplo, Fe2+, Cu2+). Los ligandos y los átomos centrales se unen a través de compuestos coordinados (es decir, el par de electrones de unión es proporcionado sólo por el ligando). Los complejos quelatados son más estables que los mismos complejos con ligandos monodentados, no interconectados. Este "efecto de quelación" tiene dos causas: en primer lugar, la disminución de la entropía en la formación del complejo es menor, lo que resulta en un efecto de estabilización termodinámica. En segundo lugar, un ligando de quelato sólo puede separarse del átomo central después de la disolución de todos los enlaces (lo que significa que el quelante se disocia mucho más duramente del ión metal). Por lo tanto, los complejos quelatados son más estables que los que tienen ligandos monodatados. Como resultado, la probabilidad de recombinación inmediata aumenta después de la escisión. El hemo, la clorofila y la vitamina B12 son ejemplos de la naturaleza. Entre otras cosas, el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) es importante en medicina. Se utiliza en la terapia de quelatos y también se aplica para titulaciones en química analítica (quelatometría).