Los ácidos húmicos pueden activar y regenerar la vida del suelo

El 22 de mayo de 2021 fue el Día Internacional de la Biodiversidad. Nos recordó lo vital que es la protección de la diversidad genética, las especies y sus hábitats para la vida humana en la Tierra. La agricultura también depende de esta diversidad para garantizar la seguridad alimentaria en todo el mundo, y no se trata sólo de los insectos polinizadores. La mayor biodiversidad mundial se encuentra bajo la superficie terrestre, en el suelo. Sus servicios son invisibles para los humanos y, sin embargo, son esenciales para la supervivencia. 

Así es la diversidad de la vida bajo tierra

La diversidad de especies bajo tierra es casi inimaginable y no tiene parangón en ningún lugar del mundo. Un gramo de suelo alberga varios miles de especies diferentes de bacterias, hongos, arqueas y protistas. Esto se debe a que el suelo es un hábitat poroso y muy heterogéneo en el que las condiciones de vida varían significativamente de un milímetro a otro en términos de disponibilidad de agua, oxígeno y nutrientes. Así, existen innumerables nichos ecológicos, cada uno de ellos adecuado para diferentes microorganismos.

La diversidad de especies garantiza la continuidad de los servicios de los ecosistemas

El sistema del suelo es muy complejo y todavía sabemos relativamente poco sobre él. Millones de bacterias y cientos de miles de hongos y algas limpian el agua y el aire y aseguran la fertilidad de los suelos. Descomponen los contaminantes y los pesticidas, ponen los nutrientes a disposición de las plantas y refuerzan sus defensas. Los distintos organismos requieren condiciones específicas para su actividad. Como resultado, por término medio sólo un 30% de los microbios están activos, mientras que los demás están inactivos y esperando a ser utilizados. La gran diversidad garantiza que los importantes procesos microbianos continúen incluso en condiciones ambientales cambiantes, por ejemplo en suelos aluviales donde el nivel de las aguas subterráneas fluctúa hacia arriba y hacia abajo a lo largo del año.

La diversidad está muy amenazada

La agricultura, en particular, depende en gran medida del equilibrio microbiano y de los servicios que prestan los microbios del suelo. Al mismo tiempo, muchas de las prácticas agrícolas practicadas hasta ahora suponen una gran amenaza para la vida del suelo. La fertilización nitrogenada, los pesticidas y los fertilizantes minerales alteran las condiciones naturales de vida y reducen en gran medida la diversidad y abundancia de importantes organismos subterráneos. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) también lo viene señalando desde hace mucho tiempo y ha puesto el foco de atención correspondiente en la biodiversidad.

Proteger la diversidad microbiana es la base de nuestra supervivencia

Pero, ¿qué se puede hacer para proteger o recuperar la diversidad del suelo y mantener el equilibrio microbiano? Además de las prácticas regenerativas para el suelo, el uso de ácidos húmicos puede ser una parte igualmente eficaz y sostenible de la solución. Los ácidos húmicos mejoran la fertilidad del suelo a todos los niveles y activan la vida microbiana donde se necesita. Así, mejoran de forma inmediata y permanente las propiedades químicas y físicas del suelo y actúan como catalizador orgánico en muchos procesos biológicos.