Sustancias húmicas para mejorar la cosecha de patatas

La patata es uno de los alimentos básicos más importantes del mundo. Es el cuarto cultivo más importante después del arroz, el trigo y el maíz. Su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones hace posible su cultivo en casi todas partes. Sin embargo, las condiciones climáticas extremas, como los periodos prolongados de calor y, más recientemente, un año de cultivo húmedo, han afectado gravemente a la industria de la patata y reducido el rendimiento de las cosechas. También es problemática la creciente salinización del suelo causada por técnicas de riego incorrectas y por la fertilización mineral, que está dañando aún más al popular tubérculo. Se necesitan soluciones prácticas, a ser posible rápidas y eficaces.

La naturaleza del suelo es crucial para el crecimiento del tubérculo

Las patatas prosperan en suelos ricos en nutrientes. Un suelo con un alto contenido de humus y una estructura bien tamizada que permita una distribución equilibrada de la humedad favorece un alto rendimiento. Si el suelo está demasiado suelto, el suministro de agua se ve perjudicado y las patatas son susceptibles a la sarna. En suelos pesados que se calientan lentamente en primavera, se forman terrones, lo que a menudo provoca la deformación de los tubérculos.

Uso de ácidos húmicos y nuevas variedades para combatir el estrés salino del suelo

Sin embargo, existen métodos para combatir los problemas de la salinización. En Egipto, los experimentos con el producto a base de ácido húmico POWHUMUS® dieron resultados impresionantes: El rendimiento por planta y el tamaño medio de las patatas aumentaron considerablemente. Además, a diferencia del grupo de control, las hojas de las plantas tratadas no mostraban signos externos de estrés, como los típicos bordes amarillos de la sal.

Es evidente que los ácidos húmicos ayudan a aliviar el estrés salino. El mecanismo subyacente se basa en la elevada capacidad de intercambio catiónico de los ácidos húmicos, que descomponen las sales del suelo, quelatan sus cationes, como el calcio y el manganeso, y los ponen a disposición de las plantas en las proximidades de las raíces, reduciendo así significativamente la concentración de sales nocivas.

Además del tratamiento del suelo, los investigadores de la isla holandesa de Texel intentan contrarrestar la salinización con nuevas variedades. Allí se rocían las plantas de patata con agua salada. Las variedades que no lo toleran se descartan, mientras que las demás se investigan más a fondo. Los resultados son prometedores: los tubérculos que demuestren ser tolerantes a la sal podrían representar una solución importante para las zonas de cultivo afectadas. Egipto e India ya han manifestado su interés en cooperar.

El crecimiento sano de los tubérculos requiere un aporte suficiente de nutrientes

Los ácidos húmicos también tienen un gran efecto en los suelos arenosos o pesados que no están extremadamente cargados de sales, ya que mejoran tanto la absorción de nutrientes como la estructura del suelo. Esto aumenta la eficacia de los fertilizantes y, al mismo tiempo, reduce la lixiviación. El tratamiento con ácidos húmicos es aconsejable poco antes de sembrar los tubérculos de siembra. Esto permite que los tubérculos jóvenes satisfagan sus mayores necesidades de nutrientes y arraiguen en el suelo con mayor rapidez y eficacia. Los ácidos húmicos optimizan la relación carbono-nitrógeno directamente en la plántula y crean una especie de almacén orgánico de nutrientes. Cuanto antes comience la formación del rendimiento a principios de verano, menos relevantes serán posteriormente los daños causados por el tizón tardío. Inmediatamente después de plantar los tubérculos, el suministro de fosfatos es especialmente importante. Los ácidos húmicos aglutinan el fósforo del suelo cerca de las raíces y garantizan así un suministro óptimo.

La perspectiva de futuros veranos con largos periodos de calor y sequía no es una buena noticia para la industria de la patata. Especialmente durante la fase de llenado del tubérculo y de formación del almidón, el calor y la sequía pueden causar problemas. En suelos demasiado secos, muchos minerales esenciales están presentes en forma no disuelta, lo que dificulta su absorción por las patatas, a menudo con graves consecuencias para el crecimiento de la planta. Los ácidos húmicos también pueden desempeñar un papel decisivo en este caso, poniendo estos minerales a disposición de las plantas y garantizando así el rendimiento incluso en condiciones de calor y sequía.

Los ácidos húmicos actúan como acondicionadores del suelo y estimulan el crecimiento de las patatas.

Los ácidos húmicos no actúan directamente como nutrientes para las plantas, sino que activan la vida beneficiosa del suelo alrededor del tubérculo de la patata. El uso de productos como POWHUMUS® o LIQHUMUS 18® mejora el almacenamiento de nutrientes esenciales en el cultivo. Esto mejora el rendimiento, favorece la salud de las hojas y el crecimiento de las raíces. El almacenamiento de almidón en el tubérculo de la patata aumenta y las patatas utilizan su potencial genético de forma más eficaz. Por lo tanto, para el agricultor es aceptable que el contenido de sal sea mayor al principio o que el suelo sea pesado o ligero. El uso de ácidos húmicos puede facilitar el cultivo en condiciones difíciles y contribuir a mejorar las condiciones desfavorables del suelo a largo plazo.