En la política agrícola se suceden cada año nuevas restricciones a los insumos o a las prácticas. Esto ya ha llevado a la ruina a algunos agricultores.

Por qué menos es a menudo más

Climate Farmers es una joven organización que pretende hacer escalable la agricultura regenerativa. Escalable significa que es posible para todas las explotaciones y que debería ser rentable, porque: quien cultiva de forma regenerativa, puede conseguir cosechas más estables, de mayor calidad y más grandes con

• menos tierra 
• menos uso de productos químicos     
• menos consumo de agua     
• menos emisiones de gases de efecto invernadero     
• menos riesgo de degradación del suelo     
• y menos energía

comparación con los métodos convencionales.

Es el cuidadoso equilibrio entre respirar y exigir, el conocimiento de lo óptimo, pero también de las posibilidades del suelo, la combinación de tradición e innovación lo que hace que la agricultura regenerativa tenga tanto éxito.

¿Quién paga el cambio?

Las matemáticas pueden estar claras, pero ¿cómo sobreviven los agricultores convencionales al periodo de transición, a la pérdida de subvenciones por el barbecho o la reconversión?
Climate Farmers ha desarrollado los Créditos de Carbono+ con este fin. Las empresas y los particulares pueden compensar su huella de carbono con la ayuda de estos certificados y financiar así las prácticas regenerativas en la explotación.

Sin embargo, a largo plazo es necesario un cambio de paradigma en la política agrícola y, para ello, Climate Farmers, junto con científicos del suelo y especialistas del sector tecnológico, ha lanzado un documento de debate que identifica nuevas oportunidades.

La agricultura necesita nuevas subvenciones                

Piden que las subvenciones se adapten más a cada explotación. Sería posible un pago básico vinculado a las prácticas agrícolas regenerativas y un pago de bonificación basado en el éxito medido de la agricultura regenerativa. Además, deberían excluirse de los resultados los factores ajenos al control, como las inclemencias del tiempo y las catástrofes naturales. Además, debería ser posible aplazar la auditoría anual después de un acontecimiento meteorológico extremo si, de lo contrario, se produjera una sanción. La elección de los indicadores de medición también es especialmente importante para garantizar una alta probabilidad de éxito y, por tanto, flexibilidad para los agricultores.

Al fin y al cabo, la mayor ventaja de una nueva política de subvenciones será la nueva libertad en la práctica. Muchos de los incentivos actuales están reñidos entre sí o con un enfoque contextual. Las prohibiciones y los requisitos rígidos suelen dar lugar a reacciones retardadas que causan pérdidas en las cosechas o que dificultan la innovación.

El "farm-it-yourself"                 

Un buen ejemplo de ello es el problema de la implantación de la agroforestería. Los que tienen demasiados árboles en el campo pierden importantes recursos financieros, a pesar de que la agroforestería ha demostrado ser eficaz y práctica en la teoría y en la práctica. No es casualidad que el huerto con alternancia de ganado sea la forma ideal de implantación en toda explotación privada. También para el uso industrial, la combinación de árboles y arbustos, praderas y/o tierras de cultivo y ganado ofrece grandes ventajas.

Con una mayor libertad de diseño para sus propias operaciones agrícolas, la experiencia y los conocimientos pueden aplicarse mejor. La información obtenida de las mediciones de los ecosistemas también puede utilizarse para probar y perfeccionar la teoría en la práctica.

¿Qué parámetros se pueden medir?           

Las prácticas regenerativas son aquellas que apoyan los servicios ecosistémicos del suelo.

Un suelo sano

1. produce alimentos, forraje, fibras y combustible       
2. limpia y regula las aguas subterráneas          
3. Almacena CO₂          
4. proporciona un hábitat, por encima y por debajo del suelo       
5. proporciona nutrientes 

Cada explotación es única, con suelos, flora, fauna y clima singulares. Por lo tanto, es imprescindible tener en cuenta estos factores para desarrollar los parámetros adecuados.

Los créditos de carbono+ van más allá de la mera compensación climática: se trata de preservar o restaurar los ecosistemas. En la política agrícola, este enfoque holístico abriría la puerta al codesarrollo en igualdad de condiciones, y brindaría la oportunidad de asignar las subvenciones de forma justa, transparente y exhaustiva.

Salir de la rueda de molino

Esta transparencia también tiene un efecto positivo sobre los consumidores y el consumo; mayores márgenes gracias a la comprensión, mayores ventas gracias a la confianza. La sensación de poder reducir la propia huella a través de la huella positiva del agricultor... esto viene bien en tiempos de impotencia colectiva.

Los parámetros comprensibles y dependientes del contexto también son ideales para aplicar y seguir desarrollando investigaciones complejas relacionadas con la nutrición mundial o la industria verde. Estos conocimientos, a su vez, pueden encontrar un lugar en la elaboración de políticas y en el desarrollo profesional, como la Academia de Agricultores del Clima, que reúne conocimientos sobre la agricultura regenerativa en paneles de discusión, talleres prácticos y programas de apoyo personal.