¿Qué hace realmente Meli Bees?
El Amazonas es el pulmón de nuestro planeta. Por ello, la Red de Abejas Meli Bees se ha dedicado a la tarea de formar una red suprarregional con las comunidades de las zonas más amenazadas de la Amazonia que establezca prácticas regenerativas sobre el terreno, al tiempo que genera flujos de ingresos y mejora la calidad de vida de la población local y los pequeños agricultores.
El nombre se inspira en las abejas sin aguijón Meliponini, que son autosuficientes y autosuficientes gracias a una adaptación inteligente a su hábitat, además de proporcionar los llamados servicios ecosistémicos de gran importancia que benefician a todo el entorno.
Por lo tanto, los talleres de apicultura sostenible fueron el componente de la red que lo inició todo. Allí, desde 2020, las comunidades se reúnen para fortalecer y trabajar con expertos locales en abejas - profesionales e investigadores - para fortalecer las poblaciones locales de abejas.
Los pequeños agricultores y las comunidades tradicionales aprenden a utilizar la miel, el polen y los propóleos de forma responsable y a transformarlos en medicina, artesanía, arte y alimentos. Intercambian información sobre qué pesticidas ponen en peligro las colonias de abejas y qué alternativas hay, y observan qué especies de abejas viven en los alrededores y qué impacto tienen en la selva.
Otros talleres incluyen métodos para la agroforestería y la protección de los bosques primarios con el fin de establecer la seguridad alimentaria, por un lado, y la seguridad financiera, por otro, por ejemplo, a través del uso comercial de la madera y otras materias primas, así como los certificados de CO2.
Sin embargo, el trabajo de Meli Bees va más allá; ya han surgido los primeros talleres multicomunitarios, el último con 30 participantes de más de 10 comunidades indígenas diferentes y 16 pequeños propietarios. En total, 21 comunidades diferentes han mostrado su interés. Esto es notable, ya que la mayoría de los participantes estaban en contacto con miembros de otras comunidades indígenas por primera vez, algunos incluso viajando a través del país en viajes de autobús de más de 12 horas.
La lengua común es el portugués, no sólo en los talleres, sino también en el grupo de Whatsapp de Meli Bees, que ya cuenta con más de 160 miembros.
Las convocatorias mensuales de la comunidad no sólo mantienen el intercambio profesional sobre prácticas regenerativas, sino que también disuelven uno u otro prejuicio sobre las comunidades vecinas, con una tímida admisión o una sonora carcajada.
Y así, con el tiempo, se han añadido también círculos de narración, centrados en la apertura, los encuentros y la creciente confianza que han surgido como efectos secundarios en los otros cursos. Contar una historia está casi tan olvidado como escuchar una historia, y sin embargo sigue siendo un instinto humano primario. La gente habla en las reuniones de pérdidas, de agravios, de antecedentes personales, de valor, de éxito y de lo que les hace reír. Un día de conexión, con uno mismo y con los demás, que al fin y al cabo no son tan diferentes.
Lo que Meli Bees ha creado en los dos últimos años es valioso y necesario. No sólo en el Amazonas, sino en todo el mundo. Conozca más sobre el trabajo de la Red de Impacto aquí.
Créditos de las imágenes: Rayda Lima
COMENTARIOS
Sin comentarios