ELIMINACIÓN DE RESIDUOS
A través de décadas del desarrollo industrial y industria manufacturera, muchos ecosistemas han sido contaminados con una variedad de toxinas orgánicos y productos químicos inorgánicos en todo el mundo. Estos suelos se encuentran principalmente en antiguas áreas industriales y comerciales. Además, están contaminados con hidrocarburos, tales como residuos de petróleo, disolventes, pesticidas, herbicidas, conservantes de la madera, municiones como TNT, etc. Actualmente, se aplican dos estrategias principales de eliminación o reducción del contenido contaminado en suelos: la desintoxicación física y la biorremediación. Se utilizan técnicas de desintoxicación físicos tales como el lavado del suelo y la extracción de vapor del suelo. Es posible utilizar esta forma de desintoxicación para una variedad de toxinas orgánicos e inorgánicos.
Desafortunadamente, esta forma se asocia con altos costos, ya que el proceso de ex-situ debe llevarse a cabo y, básicamente una excavación del material contaminado es necesario. Además, procedimientos físicos de descontaminación de DNAPLs (Dense Nonaquaeous-Phase-Liquids) como residuos de petróleo no son eficaz. Biorremediación por otro lado es un proceso largo y difícil de supervisar y controlar. Resultados con estos métodos son inconsistentes, ya que están asociados con toxicidad, biodegradabilidad, solubilidad y disponibilidad de nutrientes. Aunque la biorremediación es más económico que otros métodos convencionales, in-situ (tratamiento del suelo in situ con rociadores, aspersores o inyectoras) pueden llevarse a cabo. Sin embargo, sólo hay una aplicabilidad limitada, ya que contaminaciones con metales u otras sustancias inorgánicas, utilizando este método no existe posibilidad de saneamiento.
Vertederos e incineración también tienen deficiencias significativas, ya que disminuye la disponibilidad de vertederos adecuados y los costes de transporte y eliminación son muy altos, mientras que la combustión implica una autorización y un proceso largo y difícil, con altos costos de. Los ácidos húmicos proporcionan un método orgánico y simple de remediación y coste bajo. Ácidos húmicos no son tóxicos y además biodegradables. Tienen baja demanda de oxígeno y excelentes propiedades de fijación y adsorción de los xenobióticos en el suelo. Además, también se pueden utilizar ácidos húmicos resueltos para mejorar la movilización y para que se disuelva de líquidos DNAPL (Dense Nonaqueous-Phase Liquids)).
Clorados disolventes concentrados son utilizados en muchos complejos energéticos e industriales. DNAPLs representan una contaminación del agua subterránea a largo plazo. Si DNAPLs ocurren en el subsuelo del agua subterránea, resisten el saneamiento debido a su baja solubilidad en agua, su alta viscosidad y tensión interfacial. El uso de tensioactivos tuvo cierto éxito, para mejorar la solubilidad de DNAPLs, pero son caros y tóxicos y tienen una demanda de oxígeno. Una alternativa para mejorar la remediación DNAPL es el uso de ácidos húmicos en forma líquida, ya que tienen excelente movilización, propiedades de los disolventes clorados y pueden ser utilizados con aplicaciones tecnologías existentes, tales como pump-and-treat.