La nitrificación es la oxidación bacteriana del amoníaco (NH3) o del amonio (NH4+) a nitrato (NO3). Consiste en dos subprocesos interconectados: En el primer paso el amoníaco se oxida a nitrito. En el segundo paso, el nitrito también se convierte en nitrato por oxidación. Ambos subprocesos proporcionan a los organismos participantes la energía suficiente para su crecimiento y otros procesos vitales. La nitrificación juega un papel importante en el ciclo del nitrógeno de los ecosistemas: convierte el amoníaco liberado de la biomasa muerta en nitrato - de esta manera se crea un nutriente mineral nitrogenado que es importante para las plantas.