"Materia orgánica" (materia orgánica) es un término colectivo para todos los compuestos químicos basados en el carbono (con la excepción de los óxidos de carbono CO2 y CO, así como los carbonatos y el carburo). Sus propiedades, estructuras y reacciones son objeto de la química orgánica y, si se dan en la naturaleza viva, de la bioquímica. Hay dos razones para la diversidad de los más de un millón de compuestos orgánicos conocidos: además de la naturaleza tetravalente del átomo de carbono, es sobre todo su tendencia a formar cadenas, ramas o anillos, en grandes cantidades y de múltiples maneras con sus iguales. Alrededor del 90 por ciento de todos los compuestos orgánicos consisten en carbono, hidrógeno y oxígeno. El nitrógeno, el fósforo, el azufre y los halógenos (bioelementos) se ven afectados con menor frecuencia. Los compuestos orgánicos con metales se denominan compuestos metal-orgánicos. Importantes representantes de este grupo, que se encuentran en el reino animal, son el heme y el grupo heme portadores de proteínas, clorofila y cobalamina. El término "compuesto orgánico" se remonta a la idea anterior de que sólo los organismos son capaces de producir estas sustancias debido a su fuerza vital especial. El error fue reconocido en 1824 cuando Friedrich Wöhler logró sintetizar el ácido oxálico.