La toxicidad es una propiedad de la sustancia. La fuerza del efecto tóxico de una sustancia en un organismo no sólo depende de su toxicidad, sino también de la dosis y del tipo de ingesta (incorporación) de la sustancia. Dependiendo de si el veneno se inhala (a través de las vías respiratorias), se toma por vía cutánea (por contacto con la piel) o incluso por vía intravenosa, intramuscular o intraperitoneal (a través de la cavidad abdominal), el envenenamiento generalmente toma un curso diferente. Así, la propiedad de la sustancia compleja "toxicidad" tiene un componente tanto cualitativo como cuantitativo: mientras que el segundo describe la potencia tóxica de la sustancia, el primero se refiere a aspectos como el modo de acción, la referencia al órgano, etc.