La carboximetilcelulosa (CMC) es un derivado de la celulosa, en la cual parte del hidroxilo está ligada a un grupo carboximetílico (-CH2-COOH) como éter. Las carboximetil celulosas no son solubles en agua en forma ácida, pero se disuelven bien en disolventes básicos. Se utilizan, por ejemplo, para controlar la filtración o para aumentar la viscosidad de los fluidos de perforación. La carboximetilcelulosa está disponible en diferentes grados de viscosidad y niveles de pureza. La carboximetilcelulosa sódica es capaz de formar geles sólidos. El compuesto también refuerza el efecto de los emulsionantes y previene la formación de grumos sustanciales indeseables. Como forma películas robustas y lisas, también se utiliza como agente de recubrimiento. La carboximetilcelulosa sódica es el único derivado de la celulosa que también puede formar y estabilizar espumas.